Cuando me voy a dormir, a veces un poco más tarde que mi esposo, y lo veo dormido, pienso en lo afortunada que soy de tenerlo, porque no sé como lograría sacar adelante a mis hijas sin él. Pero sobretodo pienso en todas esas mamás que por decisión o por azares del destino no tienen con quien criar a sus hijos. Debe ser muy duro tener que tomar las decisiones sola y ser exclusivamente responsable de la manutención, bienestar, educación y salud mental de tus hijos.
En Estados Unidos 1 de cada 4 niños debajo de los 18 años – aproximadamente un total de 17.4 millones – son criados sin un padre. En México (según el INEGI) el 18% de las madres – alrededor de 5 millones – se encargan de cuidar a sus hijos solas y la situación es bastante similar en cualquier país de Latinoamérica.
A mi me ayuda mucho ver los números, porque cuando pones cifras en tu cabeza puedes analizar y entender aún mejor la situación. Imaginen ahora que estos números, cada uno de ellos, tienen nombre y apellido. Es la mujer que va al lado de ti todos los días en el autobús, la que te atiende con una sonrisa en el supermercado, la amiga de tu hermana que perdió a su esposo repentinamente por una enfermedad, tu compañera de trabajo que tuvo a su hijo a los 18 años, tu gran amiga que perdió a su esposo en un accidente dejando a una hija y a otro bebé en camino, o tu prima que quiso ser madre a pesar de no tener un compañero de vida.
Este post es un homenaje a todas estas mamás, a las que considero guerreras de la vida, y no digo que las que tengamos un compañero o compañera para criar a nuestros hijos no lo seamos. Pero estas mujeres merecen toda mi admiración, porque además son generalmente las que menos se quejan, porque ni siquiera les da tiempo.
Que han logrado sacar adelante a sus hijos siendo mamá y papá a la vez. Son mujeres a las que respeto profundamente, porque aunque muchas veces el peso del mundo pareciera estar sobre su espalda, siempre encuentran la forma de mostrar coraje, tenacidad, ternura y ser un gran ejemplo para sus hijos.
Gracias a todas ellas porque hoy que tengo dos hijas que criar, quiero hacerlo de tal forma, que si alguna circunstancia de la vida me colocara en la situación de ser mamá soltera, pudiera hacerlo tan bien como las mujeres que conozco.
