Una vuelta especial al sol

Hace 40 años llegué desde las estrellas a este planeta Tierra. Mi transitar ha sido un viaje amable y suave, a pesar de las grandes sacudidas y revolcones que me ha dado la vida. Ha sido un viaje abundante, luminoso, divertido, lleno de todo. Pero sobre todo ha sido un viaje de posibilidades, rodeada de amor incondicional, desde el momento en que me imaginaron mis papás.

Después de estos años, he aprendido que la magia la crea uno mismo. Que a la persona que más tengo que querer y respetar es a mi misma. Que soy capaz de todo lo bueno y lo malo, y que reconocer mis sombras no me hace menos luminosa, sino mucho mas real y humana.

He aprendido a escuchar mi cuerpo, a tratarlo cada día con mucho más respeto y a amar cada parte de el, especialmente después de haber creado y dado vida.

He sido testigo que el Universo y todo mi equipo de luz están constantemente conspirando a mi favor, para que logre vivir mi verdad del alma. Para que cada paso que de, vaya conectado con mi esencia mas pura y libre.

Esta vuelta al sol me hace más consciente que quiero siempre regresar a mi corazón, a esa fuente de alegría pura que llevo en la sangre. Me recuerda que quiero transitar mi camino con intensidad pero a la vez con calma y suavidad, recordando la luz que tengo para dar.

Me recuerda que no necesito la aprobación de nadie y que no debo compararme ni fingir con nadie. Que no necesito encajar, sino sólo estar donde me quieran bonito. Que yo soy mi prioridad.

Hoy agradezco mi ciclicidad, encontrando a la luna como una gran aliada, intentando que sus fases fluyan dentro de mi. Hoy acepto que puedo ser una brisa suave, pero también un huracán. Que puedo ser luz y obscuridad.

Hoy me siento más empoderada que nunca, porque se que mi camino de sanación está dando sus frutos. Hoy me puedo voltear a ver con más amor, menos juicio y compasión. Hoy se que vulnerarme no me hace débil sino mucho más valiente.

Hoy estoy consciente que son las cosas y momentos simples los que quiero celebrar. Que nunca voy a parar de bailar, cantar, amar, reír, meditar, abrazar, besar, crear, sanar, compartir, conectar, fluir, disfrutar, llorar, soñar, decretar y agradecer.

Quiero seguir haciendo muchas más cosas que toquen mi alma y la de los demás. Quiero seguir manifestando mis sueños y vivir de mis pasiones. Sigo en el proceso de amarme y aceptarme todos los días a todas horas. Sigo trabajando en lograr un balance en mi mente, cuerpo y espíritu, para llenar mi vida de paz, amor, gozo y pasión.

Que este camino me permita recordar lo que he venido a SER y a HACER en esta Tierra. Que la vida y Dios me permitan ser testigo de al menos 480 lunas llenas más.

Llego a este tan llamado cuarto piso rodeada de amor, abriendo las ventanas de mi alma para todo lo que la vida tiene que ofrecer. Sobre todo siendo consciente que no tengo una existencia de repuesto, que hay que vivir hoy, porque la vida es aquí y ahora. Que para buscar las respuestas solo tengo que ver dentro de mi y reconocer mi poder interior. Que no tengo tiempo que perder, que quiero exprimir la vida y gozarme cada una de sus gotas, las dulces y las amargas.

A seguir compartiendo todo lo que se que soy capaz de dar; mi alegría, mi amor, mis miradas, mis cantos, bailes y risas que todo lo demás no importa, porque esto es lo que en verdad deja una huella.

Deja una respuesta

Suscríbete a mi Newsletter!

Únete y no te pierdas ningún post, consejos, y mucho más.

Te has subscrito de forma exitosa!

Send this to a friend