Las pérdidas en el encierro

Saben que generalmente soy muy positiva y comparto información que me da paz, porque creo que todos necesitamos buenas dosis de eso. Pero también creo que hablar de las cosas incómodas, con honestidad, es igual de valioso.

Porque la incomodidad nos hace pensar, abrazar y aceptar nuestras emociones más obscuras, salir del discurso que nos repetimos todos los días para sobrevivir a un encierro eterno, con un todo está «bien». Porque se vale que no todo esté bien.

Porque un aislamiento de 6 meses no es normal y no es sano, aunque lo hagamos lo mejor que podamos. Aunque valoremos más que nunca nuestra salud y la de nuestra familia. Aunque seamos mas conscientes que realmente la vida se debe vivir hoy y nada más.

Esta pandemia, aunque nos ha hecho valorar varias cosas, también nos ha hecho perder algunas otras. Deseos, planes, ilusiones, proyectos, emprendimientos, trabajos, miradas, abrazos, pláticas eternas con otros adultos. Nos ha hecho perder la paciencia, la cordura y algunos días hasta la ilusión. Nos ha quitado tiempo a solas, ese valioso tiempo que tanta paz mental y claridad da.

Pero sólo si se hablan, si se aceptan y se digieren las grandes o pequeñas pérdidas, si se asimilan y transitan con compasión y mucho amor propio, es que podemos valorar lo que si nos ha dejado este espacio en el tiempo, como suspendido y eterno.

Cuando intentamos negar esta pérdida y evadimos asimilar lo que está pasando dentro de nosotros, arrastramos ese estrés y lo ocultamos, porque somos la contención y el lugar seguro para nuestros hijxs. Pero no podemos ser lugar seguro si no aceptamos que esta situación nos puede sobrepasar. Que nuestrxs hijxs nos necesitan humanos, compartiendo humanidad y no perfección, conectando de verdad, y co-creando un espacio de aprendizaje mutuo, siendo compañeros de esta experiencia, y ellxs mucho más maestros que nosotros, mucho más.

Que no nos de miedo aceptar estas pérdidas, y sanarlas por pequeñas o grandes que sean, porque sólo así vamos a poder reconocer todo eso que amamos. Despídanse con amor de todo lo que estos meses querían y no pudieron lograr. De lo que tenían y hoy no tienen más.

Y entonces cuando se despidan de todo esto, verán que no van a querer posponer la vida ni un minuto más. Porque en la pérdidas también vienen regalos en donde podemos ganar mucho más. Porque a veces para ganar, hay que perder.

Deja una respuesta

Suscríbete a mi Newsletter!

Únete y no te pierdas ningún post, consejos, y mucho más.

Te has subscrito de forma exitosa!

Send this to a friend