Nunca fui tan fan de los juegos de mesa. Quizás porque en mi casa se prefería bailar, cantar o leer y no existía esta tradición de sentarnos a jugar. Sólo recuerdo dos juegos de mesa muy presentes en la casa. El Maratón Clásico que me hacía sentir poco culta, porque mi papá y hermano arrasaban siempre. Con una memoria de elefantes ambos y una cultura muy amplia, se les facilitaba hacernos pedacitos. Y nunca ganar era un poco decepcionante.
El segundo juego era Backgammon, al que nunca me enganché, pero cómo me acuerdo de ver a mi papá y hermana jugando por horas. Inmersos en el tablero, concentrados, gozando agarrar una ficha circular del color del contrincante y ocupar ese espacio para acercarse al triunfo.
Ahora que lo reflexiono, creo que esos dos juegos de mesa unieron de una forma especial a cada uno de ellos con mi papá. Y confieso que me da un poco de envidia. Y no es que no tuviéramos tiempo de calidad, pero muy en el fondo, me quedé con ganas de ese juego especial con él. El que pudiera enseñarle a mis hijas y contarles lo especial que era jugarlo con mi papá. Porque de eso estamos hechos de recuerdos y de historias que recordar y compartir.
Hace unos años empecé con la idea de hacer una tarde de juegos de mesa con mis hijas. Compré un jenga, un twister y un UNO pero lo dejé pasar. De nuevo no me enganché. Me daba flojera lidiar con explicar 20 veces las reglas, con mediar pleitos y no lo gozaba mucho.
Dejé descansar el tema y hace unos meses regresamos a darle una oportunidad a esas tardes de juego de mesa, donde el tiempo invertido se, va a dar sus frutos. Jugar no te permite distraerte, tienes que estar ahí, en presencia total, como nos necesitan los niñxs. Y tener un espacio de plena conciencia con mis hijas, cuando la mayoría del día vivimos en piloto automático, es un regalo.
Me encanta observarlas jugar, me deleito en verlas concentradas, creativas, negociando, perdiendo y enojándose, pero queriendo intentarlo una vez más.
Con el tiempo iremos probando varios para lograr tener nuestros favoritos, así como los libros. Los que se queden rotos y viejitos de tanto uso. Y aunque pensar en el futuro no es vivir en el momento presente, me emociona pensar que podamos acordarnos en unos años con nostalgia, de todas las tardes lluviosas o muy calorosas que nos sentamos alrededor de una mesa juntos a jugar.
Creo que sobra mencionar el tema del desarrollo de habilidades que se fomentan a través de los juegos de mesa. Mejor les comparto los que tenemos que hemos usado, los más recientes que nos están gustando y muchos que poco a poco iremos integrando a ese cajón especial gracias a sus recomendaciones.
CONNECT4 o 4 IN A ROW
Este juego es muy fácil de jugar, entretenido y es ideal para viajes en avión. Para ganar tienes que lograr poner cuatro fichas en fila (in a row) ya sea de forma vertical, horizontal o diagonal.
Número de jugadores: 2 Edad recomendada: 5+
UNO
El objetivo de este juego es ser el primer jugador en quedarse sin cartas. Cuando a una persona le quede una carta tiene que gritar «uno» para ganar. Nosotros por el momento lo jugamos sin las cartas especiales, que las confunden un poco, y solo nos quedamos con el comodín sencillo. Me recomendaron otra versión que es el UNO Flip que le pone otra dósis de diversión.
Número de jugadores de 2 a 10. Edad recomendada 7+
HEDBANZ JUNIOR
Este es un juego que mis hijas han gozado mucho, se los regalaron en el último cumpleaños y les encanta ponerse la banda en la cabeza y adivinar qué animal es el que tienen, haciendo preguntas a los demás. Incluye tarjetas pistas para para disminuir las opciones para hacer preguntas como ¿Tengo plumas? ¿Vivo en la jungla? y así ir descartando animales.
Número de jugadores: 6 Edad recomendada 5+
JENGA
Es un juego de destreza en el que los participantes tienen que quitar los bloques de madera de una torre por turnos y ponerlos en la parte superior, hasta que ésta caiga. Este es de los juegos viejitos que se quedaron y me da orgullo saber que lo creó una mujer Leslie Scott en 1983 y comercializado por los hermanos Paker (Hasbro).
Numero de jugadores: 2 o más Edad recomendada: +4
Y como me decía mi querida Valen de https://www.instagram.com/una.tal.valen/?hl=en @una.tal.valen pueden usar los bloques para construir, así que tiene doble función.
LOTERIA

Este juego existe en México desde hace 200 años (aunque sus orígenes fueron en Italia en el 1400). Lo jugaban los soldados durante la guerra de independencia. Esta tradición continúa hasta nuestros días y se ha jugado prácticamente en todos los hogares de las familias mexicanas. No necesita explicación, porque creo que no hay nadie que no lo conozca. Para los niños que están aprendiendo a leer es maravilloso, porque ellos pueden ir leyendo cada carta.
Número de jugadores: De 2 a 10 Edad recomendada 3+
MEMORIA o MEMORAMA

El popular juego de memoria, fue creado por el suizo Heinrich Hurter para llevárselo a sus nietos en Londres. Se trataba de cuadrados de cartón decorados con dibujos recortados de revistas. El objetivo en aquel entonces y hasta hoy, consiste en encontrar los pares con la misma figura utilizando la memoria. Es muy fácil de jugar, y su éxito tiene otro componente: los mejores jugadores son los niños.
Número de jugadores: ideal entre 2 y 4 Edad recomendada: 3+
ADIVINA QUIEN
Este juego clásico creado en 1988 sigue siendo un favorito en muchas casas. No sé porque se me había olvidado su existencia. Lo acabamos de comprar y ha sido un éxito. No les niego que genera competencia y frustración cuando no saben bien que preguntar, o pierden, pero eso es parte de juego y de la vida misma. El objetivo es adivinar el personaje misterioso de tu contrincante, descartando características antes de que adivinen el tuyo.
Número de jugadores: 2. Edad recomendada: 6+
DOMINO

Este es un juego clásico que está en prácticamente todas las casas. Me encanta porque se pueden integrar los niños a partir de los 3 años y jugar en familia. Las reglas del juego son fáciles y esto los ayuda a aprender a seguir reglas. Da igual si juegan con un dominó clásico o con sus derivados con diferentes formas, colores y figuras. Todos y cada uno de ellos les proporciona conocimientos de matemáticas, ya que deben aprender a contar los números de las fichas o los personajes que contienen. El reto va a ser que no se pierdan las fichas.
Número de jugadores: De 2 a 4. Edad recomendada: +4
CARAS Y GESTOS

Los jugadores tienen que jugar contra el reloj para conseguir que su equipo adivine las palabras. Se deben de actuar las palabras rápido, mientras el tiempo corre. Gana el equipo que adivine el mayor número de palabras posible. Se juega en pareja o en equipo y eso lo puede hacer muy divertido.
Se recomienda a partir de los 8 años ya que puedan leer, entender el significado de la palabra y actuarla. Incluye 3 niveles de dificultad para empezar de menor a mayor.
Número de jugadores: Cuatro o más. Edad recomendada: 8+
SEQUENCE

Un juego de estrategia en el que se tiene que bloquear a los oponentes y eliminar sus fichas para que no hagan Sequence antes que tú.
El objetivo es ser el primer jugador en conseguir 2 sequence, es decir, dos líneas horizontales, verticales o diagonales de 5 fichas seguidas del mismo color usando las cartas de tu mano.
Numero de jugadores: De 2 a 12. Edad recomendada: 8+
PLANETA TIERRA

Este juego de mesa consiste en explorar el mundo respondiendo a diferentes desafíos: enigma visual, exploración, preguntas asombrosas y verdader/ falso. Es un juego muy divertido para jugar en familia y gana, quien antes resuelve los desafíos. Al mismo tiempo, facilita la concienciación sobre la protección del medio ambiente. Por ello, es un juego 100% reciclable.
Mientras se divierten, los niños descubrirán nuevas cosas sobre el medio ambiente y el planeta, aumentarán su vocabulario y potenciarán la memoria y la atención.
Número de jugadores: Hasta 6. Edad recomendada: 7+
TURISTA

Este es un juego que me parece bueno para enseñarles a los niños sobre el manejo del dinero, que entiendan conceptos del valor del mismo y la estrategia que deben tener para poder comprar y vender. Se manejan los conceptos de banco, propiedades, renta, venta, quiebra, hipoteca.
Numero de jugadores: 6 Edad recomendada: 6+
MONOPOLY

El clásico Monopoly adaptado para niños. Eligen su peón favorito entre un perro, un gato, un barco y un coche y aprenden a pasar por la casilla de Salida, a comprar propiedades y a cobrar alquileres.
Número de jugadores: De 2 a 4 Edad recomendada: De 5-9 años
NANU

Este me lo recomendaron mucho. Un juego de memoria donde el objetivo es recordar qué imagen se encuentra oculta debajo de cada disco
Numero de jugadores: 4. Edad recomendada: 4+
KANOODLE

Este es rompecabezas 2D que incluye 101 desafíos que pone a prueba las habilidades espaciales, la lógica, la capacidad para resolver problemas y la concentración de lxs niñxs. La idea consiste en elegir un desafío y colocar las piezas del rompecabezas 2D o 3D como se indica. Gracias por esta súper recomendación a Gaby.
Número de jugadores: 1 Edad recomendada: 6+
CATAN

Esta juego lo vi en la cuenta de una persona en la que confío mucho @terapeutaalegabayet https://www.instagram.com/terapeutaalegabayet/?hl=en que siempre tiene contenido increíble. En sus palabras «es una combinación entre Risk y Turista. Fomenta solución de problemas, toma de decisiones, pensamiento lógico-matemático y atención sostenida». Los jugadores son los primeros en habitar la Isla de Catan. Poco a poco la isla florece y los pequeños asentamientos se convierten en ciudades. Entonces, llega un momento en el que el espacio empieza a escasear y se desata una pelea por los recursos y las tierras. ¿Quién tendrá finalmente el poder? Para descubrirlo tienes que planificar con detalle la estrategia.
Número de jugadores: De 3 a 4 Edad recomendada: 9+
No importa cual de todos decidan tener en su casa. Creo que lo verdaderamente importante es no forzar el momento, ni imponer «la hora del juego». Sino observar los gustos y respetar los ritmos de nuestrxs hijxs. En una tarde de lluvia, lo podemos proponer como actividad en familia, a veces saldrá de ellxs pedirlo. Pero yo creo que muchas veces, cuando los invitemos a jugar, ellxs van a decir que SI. Porque los niñxs se nutren de nuestra presencia y tiempo de calidad, por lo menos mientras dure su infancia, donde la mayoría de las veces estar con nosotros sigue siendo su mejor plan.